Walter Riso (Biografía)🕒 Tiempo estimado: 6 minutos de lectura
Walter Riso, el ‘Cupido’ de la Psicología. Este escritor es un experto en relaciones amorosas que te enseña cómo encontrar el amor verdadero. Si tienes problemas en el amor, no te preocupes, Walter Riso tiene la solución para ti. Es como un superhéroe del amor, con una capa roja y un antifaz, listo para salvar tu corazón de las garras de la soledad.
Walter Riso es un psicólogo y escritor colombiano que se especializa en temas de autoayuda y relaciones interpersonales. Sus libros han ayudado a muchas personas a encontrar la felicidad en sus vidas amorosas y personales. ¡Así que si necesitas consejos de amor, Walter Riso es tu hombre!
Walter Riso nació en Italia en 1951. Todavía era muy joven cuando su familia emigró a Argentina y allí creció en un barrio multiétnico, dentro de una comunidad de emigrantes italianos. Estudió psicología en la Universidad de Colombia, impulsado por su constante curiosidad e inquietud.
Se especializó en terapia cognitiva y realizó una maestría en bioética. Desde hace treinta años ejerce la psicología clínica, actividad que alterna con el ejercicio de la cátedra universitaria y la producción de publicaciones científicas y de divulgación en diversos medios.
Sus libros cumplen el objetivo que se marcó: crear una vacuna contra el sufrimiento humano, proponiendo estilos de vida saludables en las diferentes etapas de la vida.
Principales pensamientos de Walter Riso
Riso cree que todos necesitamos amor y aceptación, pero no podemos depender únicamente de la aprobación de los demás para ser felices. ¡Así que no te conviertas en un adicto a la aprobación y aprende a amarte a ti mismo!
Para Riso, el amor propio es la clave para tener relaciones saludables. No puedes amar a alguien más si no te amas a ti mismo primero. ¡Así que aprende a amarte a ti mismo como si fueras tu propio crush!
Riso también cree que la vida es demasiado corta para perder el tiempo en relaciones tóxicas y poco saludables. ¡No te quedes atrapado en una relación que no te hace feliz, ve y busca tu felicidad!
Otra cosa que Riso enfatiza es la importancia de la comunicación en las relaciones. Si no hablas con tu pareja, no podrás resolver los problemas y la relación se irá por el caño. ¡Así que habla, habla y habla más!
Finalmente, Riso nos recuerda que el amor no es una competencia, no se trata de ganar o perder. Se trata de construir relaciones saludables y felices. ¡Así que no te preocupes por ser el mejor o el más exitoso, simplemente disfruta del amor!
Lecciones sabias de Walter Riso
Lección 1: Liberarse del apego
La risa nos enseña que el apego es el vínculo obsesivo con alguien o algo. Cuando nos apegamos, tendemos a creer que esa persona u objeto nos hará completamente felices, nos dará seguridad y también llenará de sentido nuestra vida.
De hecho, se trata de una idea falsa, producto del romanticismo, que puede llevar a la persona a sufrir celos patológicos, dependencia afectiva, falta de identidad…
Hay varias formas de saber si estamos apegados a alguien o a algo:
– Saber ver si tu deseo es insaciable o no: si nunca estás satisfecho y siempre necesitas más, estás sufriendo de apego.
– Si has perdido el dominio de ti mismo: si ya no eres dueño de tu propia conducta, sino esclavo de ese apego.
– Si estar sin ese objeto de deseo te provoca un intenso malestar.
– Si permaneces apegado a ese algo, aunque sepas que te hace daño.
Lección 2: Diferenciar ser de tener
Una de las claves del crecimiento personal es saber valorarnos por lo que somos, por nuestros valores, principios, nuestra esencia, y no por lo que tenemos.
Cuando nos valoramos según lo que tenemos, ponemos la felicidad fuera, por lo que siempre seremos dependientes. Es necesario ser conscientes de que somos más de lo que tenemos, y tenemos valor por lo que somos.
Lección 3: Diferenciar el yo ideal del yo real
Nuestra inseguridad nace siempre de la distancia entre el yo real y el yo ideal. El yo real es quien soy, mientras que el yo ideal es quien quiero ser.
El problema es que, muchas veces, este yo real se distorsiona y tendemos a fustigarnos, mirando sólo nuestros defectos, sin poder percibir nuestras virtudes. Por otro lado, también tendemos a fijarnos objetivos poco realistas y muy exigentes, por lo que la distancia entre el yo real y el ideal se hace demasiado grande.
Lección 4: Pareja enamorada
No confundas el amor con la obsesión.
“Solo pienso en ti”, “todo huele a ti” o “no puedo vivir sin ti” denotan obsesión, no amor, y cuando hay obsesión, el amor deja de funcionar.
Los enamorados necesitan entender que se van a divertir el uno con el otro, pero sin crear dependencia y sin perder su propia identidad. Somos individuos que hemos decidido amarrarnos a otra persona, pero que mañana podemos desatarnos.
Lección 5: Ser semejante al triunfo en el amor
El dicho “los opuestos se atraen” es más un mito que una verdad. Es sabido que el parecido entre los miembros de la pareja es fundamental para que la relación funcione. Es, por supuesto, una similitud en los aspectos básicos: la forma de pensar, los valores, las convicciones y la esencia, y no en cosas superficiales como gustos personales o aficiones.
Lección 6: Enamórate de ti primero
La sociedad nos enseña que debemos sacrificarnos y cuidar a los demás antes que a nosotros mismos, y Walter Riso insiste en que debemos ser el referente.
Debemos aprender a tener amor propio y, para eso, son necesarias las cuatro patas de la mesa: un buen concepto de uno mismo, sin autocastigos ni imponer metas inalcanzables; una autoimagen positiva, según su propio criterio y no según lo que impone la sociedad; recompénsate por los logros y éxitos; y una buena dosis de confianza en sí mismo.
Lección 7: Ser amigo de la soledad afectiva
Querían vendernos el cuento de que estar solo es como estar incompleto, y hasta nos da pena cuando vemos gente que va sola al cine o se toma un café sola. Pero la soledad no es mala. La soledad nos permite estar con nosotros mismos, tener nuevas ideas, tener libertad absoluta…
La soledad, de hecho, solo duele cuando piensas que tu realización personal depende de tener una pareja a tu lado, y esto no es más que una falsa idea perpetuada por la sociedad. Por eso, es bueno pasar momentos en los que eres tu única compañía, aunque tengas pareja, sin miedos ni preocupaciones.