Eros y psique (Mitología griega)🕒 Tiempo estimado: 11 minutos de lectura
Con esta lección podrás conocer la historia de amor más loca de todos los tiempos: Eros y Psique. Un dios enamoradizo, una mujer curiosa, dos hermanas terribles, un viento apacible y una madre tóxica y apegada.
La historia de Eros y Psique es una de las más famosas en la mitología griega, ya que representa la lucha entre el amor verdadero y la envidia, el odio y la venganza. La crueldad de Afrodita y las pruebas que Psique tuvo que superar para demostrar su amor por Eros se convierten en una prueba para demostrar el verdadero amor que existe entre los dos.
En la antigua Grecia, la bella Psique fue castigada por la diosa Afrodita debido a su gran belleza, convirtiéndola en una marginada social. Pero un día, el dios del amor Eros la vio y se enamoró perdidamente de ella, iniciando un romance secreto lleno de pasión y ternura.
Sin embargo, Afrodita se enteró del amorío y decidió vengarse de Psique, ordenándole una serie de tareas imposibles para poder estar con su amado Eros. En el camino, Psique conoció a personajes como la oscura y siniestra Perséfone, quien la ayudó en su búsqueda del amor verdadero.
Pero la maldad de Afrodita no cesó ahí, y puso a prueba a Psique una y otra vez, llevando a la joven pareja al borde del abismo. En medio de la tragedia, Psique descubrió que su amor por Eros era más fuerte que cualquier adversidad, y juntos lucharon contra la oscuridad y la crueldad del mundo para estar juntos.
Finalmente, tras superar todos los obstáculos y vencer a la diosa malvada, Eros y Psique se unieron en matrimonio en una ceremonia llena de amor y felicidad. Su historia es un ejemplo de que el amor verdadero puede superar cualquier adversidad, y que la bondad y el coraje pueden vencer a la maldad y la oscuridad.
Episodio 1: Érase una vez…
Como toda tórrida historia de amor, empecemos con que una vez hubo un rey y una reina.
Tuvieron tres hermosas hijas, pero la hija menor era tan hermosa, tan hermosa que la gente venía de todas partes para rendir homenaje a su belleza.
Se llamaba Psique y, a pesar de ser extremadamente hermosa, sus hermanas se casaron, pero ella no.
Resulta que la belleza de Psique “asustó” a sus pretendientes, quienes, como buenos románticos, la veían como una belleza inalcanzable e inaccesible. Así que todavía estaba sola. Aun sola, sin embargo, la joven siguió recibiendo honores y homenajes.
El problema es que los tributos que recibía la joven princesa solo debían ser entregados a la diosa Afrodita, quien al enterarse de que había una usurpadora de tributos se puso furiosa.
Episodio 2: Ofensas a Afrodita
Enojada por la ofensa, Afrodita le pidió a su hijo, Eros que visitara a Psique y la enamorara del hombre sin valor posible.
Eros se fue a cumplir las órdenes de su madre, sin embargo, al ver la belleza de Psique, se enamoró.
Los padres de Psique ya estaban preocupados por no haber logrado casar a su hija menor, por lo que acudieron a consultar al Oráculo de Apolo, para saber dónde podrían encontrar marido para su hija.
Influenciado por Eros, el Oráculo respondió que la joven necesitaba prepararse: se casaría con un espíritu maligno, traído por los dioses. Y agregó: la recogería cuando estuviera sola en la cima de una montaña.
Episodio 3: Encuentro en palacio
A pesar de la tristeza, los Oráculos eran muy sabios, y la familia de la joven obedeció. El día señalado, la niña subió sola a la montaña y esperó, llena de miedo.
Céfiro, el suave viento del oeste, ha venido por ella. Con mucho cuidado la levantó hasta llegar a un valle florido, a un magnífico palacio. Todo lo que necesitaba, su comida, su baño, en fin, lo hacían manos invisibles.
Y cuando oscureció, y Psique se hubo acostado, Eros se acercó a ella y la tomó para sí misma, dándole una noche apasionada, y según Apuleyo, quien cuenta la versión más conocida de este mito, ella se deleitó con su marido desconocido.
Más tarde esa noche, Eros le explicó a Psique que aún no podía revelarse en rostro a ella y que si veía su cara, él huiría.
Episodio 4: Las hermanas envidiosas de Psique
A pesar de las noches felices, Eros siempre se marchaba antes del amanecer, dejando sola a Psique todo el día.
Se sentía sola y extrañaba a su familia, así que lo convenció de que sus hermanas la visitaran.
Él estuvo de acuerdo, pero le pidió que no se dejara llevar por sus hermanas: podrían sugerirle a Psique que debería ver el rostro de su esposo. Y si la joven hacía eso, se quedaría para siempre.
Psique estuvo de acuerdo y esperaba con ansias la visita de las hermanas. Fueron llevados por Céfiro, el mismo Viento del Oeste que había llevado a Psique al palacio.
Al ver cómo vivía su hermana, se apoderaron de ellos una profunda envidia, y accedieron a arruinar lo que consideraban la gran suerte de Psique.
Entonces, cuando admitió que nunca había visto la cara de su esposo, las dos hermanas dijeron que su esposo tenía que ser un monstruo que la devoraría. Era mejor que matara al monstruo antes de que la mataran.
Episodio 5: La desconfianza de Psique
Presa del terror, causado por sus hermanas, Psique esperó a que Eros se durmiera, después de haber hecho el amor, y con un cuchillo en una mano y una lámpara en la otra, se acercó a ver el rostro de su marido.
Inmediatamente, Psique reconoció: estaba ante el dios del amor.
Curiosa, tomó una de las flechas del carcaj de Eros, y cuando se pinchó el dedo, se enamoró aún más de él. Fue en ese momento que una gota de aceite cayó sobre el hombro de Eros y despertó sobresaltado.
Al instante siguiente, se había ido, volando, como dijo que haría.
Psique buscó a Eros por todas partes, y al pasar por las ciudades donde vivían las hermanas, les contó lo sucedido.
Las hermanas, viendo la oportunidad de seducir al dios del amor y quedarse con el palacio y todo lo demás que éste le regalaba a Psique, corrieron al monte, arrojándose para que Céfiro las tomara.
Pero Céfiro no cargó con ninguna de ellas, como siempre lo hacía, con cuidado. En cambio, las das se estrellaron entre las rocas.
Después de vagar por varios lugares en busca de Eros, Psique decidió apelar a las diosas. Primero le pidió ayuda a Deméter, luego le rogó a la propia Hera, pero ninguno de los dioses quería involucrarse en los asuntos de Afrodita, la madre de Eros. Y es cierto: la mayoría de los dioses evitan tener problemas con Afrodita (yo también lo haría).
Por cierto, la razón por la que Eros no se reveló de inmediato a Psique fue precisamente el hecho de que no solo había desobedecido su primera orden, sino que incluso había embarazado a la princesa.
Afrodita no estaba contenta con esta relación, ya que consideraba que su hijo debería estar con alguien de su misma condición divina. Como Eros era un dios y Psique era una sencilla mortal, su amor estaba destinado al fracaso. Así que decidió hacer algo al respecto.
La diosa Afrodita decidió entonces hacer un trato con la joven: ella diría dónde estaba Eros, siempre que Psique cumpliera con algunas tareas. Como Eros era un dios y Psique era una sencilla mortal, su amor estaba destinado al fracaso. Así que decidió hacer algo al respecto proponiéndole resolver tareas para ganarse el amor de Eros.
El problema: las tareas eran humanamente imposibles.
Episodio 6: las tareas imposibles de la cruel Afrodita
La primera tarea fue separar los granos, de diferentes tipos, que se mezclaron en un montón.
Afrodita le dio a Psique hasta el anochecer, pero por más que lo intentó, nunca terminaría el trabajo a tiempo.
Una hormiga que pasaba vio a la joven y movida a compasión llamó a sus compañeras. Juntos, terminaron el trabajo.
La segunda tarea fue conseguir una madeja de lana dorada. Hasta ahora todo bien, incluso podría parecer fácil. El problema es que se suponía que ella obtendría esta lana de un rebaño de carneros salvajes. Esta vez fue un junco que, al ver la desesperación de la joven, le dijo que esperara a que las ovejas se durmieran, para luego recoger la fibra de lana que había quedado atrapada en los rosales. Funcionó. Vaya suerte que tenía Psique.
Al día siguiente, la tercera tarea fue aún peor: llenar un cántaro con agua del río Styx, uno de los ríos sagrados para estas personas. Pero no era de cualquier punto del Styx, tenía que ser de un punto donde cayera en cascada desde lo alto de un precipicio y estaba, fíjate, custodiado por feroces dragones.
Psique ya era consciente de que no saldría viva de allí, que aquello superaba todo, pero todo se resolvió de forma increíble cuando el águila de Zeus pasó volando y llenó la vasija.
Psique cumplió con todas las tareas, así que pensamos: ¡ahora Eros y Psique pueden estar juntos!
No, incluso entonces Afrodita no estaba satisfecha. Así que le dio a la joven la tarea final.
Episodio 7: La tarea final
Psique debía descender al inframundo, la tierra de los muertos, y traer de vuelta (según Apuleyo) el suministro de belleza de la diosa de los muertos para un día. ¿Puedes creer?
Psique sabía que la iban a enviar a morir, como cuando vas a un examen sin estudiar, así que decidió que lo haría ella misma.
Subió a lo alto de una torre, y estaba a punto de tirarse, cuando la torre le habló, diciéndole cómo podía bajar al Hades y volver con vida.
Las indicaciones eran “sencillas”. Debía tomar dos monedas y dos panes de centeno mojados en hidromiel.
Debería darle una moneda a Caronte por cruzar el río, uno de los panes a Cerbero, el perro que protegía la entrada al inframundo.
No debía aceptar la silla ni la comida suntuosa que le ofrecía Perséfone.
Después de recibir la caja, debía darle a Cerbero otro trozo de pan y pagarle a Caronte otra moneda.
Y lo más importante: nunca, bajo ningún concepto, debía abrir la caja que le había regalado Perséfone.
Psique logró todo… excepto la última parte.
Aunque sabía que no debía abrir la caja, Psique no pudo evitarla como alma curiosa y la abrió, con la intención de usar algo de la belleza que había en ella y así recuperar el amor de Eros.
Sin embargo, del interior de la caja surgió un sueño fatal, que abatió a Psique como si fuera la muerte misma. Se liberó de la caja de Perséfone un sueño profundo que la sumió en un estado de coma. Resulta que la caja estaba llena de sueño eterno, y Psique se desmayó en el acto.
Episodio 8: Final feliz
Eros, que ya estaba desesperado por el anhelo, cuando se enteró de lo sucedido, voló hacia su amada. Eros había estado buscando a Psique desesperadamente y finalmente la encontró en su sueño profundo. Allí ahuyentó la nube del sueño. Desesperado, Eros se puso en contacto con Zeus, el rey de los dioses, y le suplicó que le permitiera despertar a Psique con un beso. Zeus finalmente accedió y Eros despertó a su amada con un suave beso.
Apenas ella despertó, de inmediato fue a entregarle la caja a la diosa del amor, mientras que Eros decidió hablar con Zeus sobre su matrimonio, para que su amor no fuera visto como una desgracia.
Por esto, Zeus hizo inmortal a Psique, y ella se fue a vivir al Olimpo. Afrodita finalmente no tuvo más remedio de aceptar la relación entre Eros y Psique y su inminente ceremonia.
Para celebrar la unión, los demás dioses ofrecieron regalos y un gran festín, y cuando nació el bebé de Eros y Psique, la hija nacida de ambos llevaría el nombre “Hedoné”, que significa Placer.
Al final de todo, Eros y Psique pudieron vivir felices para siempre, aunque no sin algunos contratiempos. Desde celos hasta pruebas imposibles de superar, su historia de amor fue un verdadero caos. Pero al final, su amor fue más fuerte que cualquier obstáculo.