Las fases de la mitosis🕒 Tiempo estimado: 3 minutos de lectura
La mitosis es un proceso fascinante de división celular, mediante el cual una célula madre se divide para dar origen a dos células hijas, cada una heredando el mismo material genético y el mismo número de cromosomas que la célula original. Este proceso es crucial en situaciones de reproducción asexual, en el crecimiento de organismos y en la regeneración de tejidos.
Por tanto, la mitosis no es un evento aislado, sino parte de un ciclo celular continuo. Entre una división celular y la siguiente, se desarrolla un periodo conocido como interfase, que representa aproximadamente el 95% del ciclo. Este periodo se caracteriza por tres fases distintas: la fase G1, donde la célula no muestra actividades de división; seguida por la fase S, en la cual ocurre la duplicación del ADN; y finalmente, la fase G2, que concluye la duplicación del ADN y precede directamente a la mitosis. Así entonces, estas etapas preparan a la célula para dividirse eficazmente.
La duración de la mitosis es, en promedio, de 45 minutos y se estructura en cuatro fases principales: profase, metafase, anafase y telofase, culminando con un evento conocido como citocinesis, el cual implica la división del citoplasma de la célula madre en las células hijas.
Fases de la mitosis
Durante la profase, los cromosomas se condensan, volviéndose más cortos y gruesos, un cambio que facilita su manipulación durante la división. Estos cromosomas, previamente duplicados durante la interfase y ahora denominados cromátidas hermanas, se mantienen unidos por el centrómero y se hacen visibles bajo el microscopio. Paralelamente, los nucléolos desaparecen y comienza a formarse el huso mitótico, una estructura compuesta por microtúbulos que se extienden desde los polos de la célula. Este proceso culmina con la ruptura de la carioteca, permitiendo que las cromátidas se dispersen por el citoplasma.
En la fase de metafase, las fibras del huso alcanzan la región anteriormente ocupada por el núcleo. Los microtúbulos de estas fibras se adhieren a los cinetocoros, unas estructuras proteicas situadas en el centrómero, lo que provoca un desplazamiento de las cromátidas hacia la región ecuatorial de la célula, formando lo que se conoce como placa metafásica.
Sin embargo, en la anafase ocurre la separación de los centrómeros, dividiendo así cada par de cromátidas hermanas, ahora llamadas cromosomas hermanos, los cuales son arrastrados hacia polos opuestos de la célula gracias al acortamiento de los microtúbulos del huso.
Pero entonces, en la telofase, se observa nuevamente la condensación de los cromosomas y la reorganización del nucléolo y la carioteca alrededor de cada conjunto de cromosomas, que empiezan a descondensarse, marcando el inicio de la división física de la célula.
Finalmente, la citocinesis se inicia, diferenciándose en las células animales, donde la división se realiza de fuera hacia dentro (centrípeta), y en las células vegetales, donde sucede de adentro hacia afuera (centrífuga), formándose una placa celular que crece desde el centro hacia la periferia y separa las dos células hijas. Este proceso no solo concluye el ciclo de la mitosis sino que también subraya la complejidad y precisión de la división celular