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Experimento de Louis Pasteur🕒 Tiempo estimado: 4 minutos de lectura

Partidario de la teoría biogénica, Louis Pasteur en 1861, a través de un experimento, logró demostrar de manera concluyente la imposibilidad de la generación espontánea de la vida (hipótesis tan defendida por los abiogenistas), es decir, el origen de la vida solo es posible a partir de la materia viva de un ser vivo preexistente.

Hasta mediados del siglo XIX, estaba muy extendida la idea de que la vida se formaba a partir de materia inanimada. Esta teoría se conocía como la teoría de la generación espontánea o abiogénesis y predicaba que un ser vivo preexistente no era necesario para que otro existiera, es decir, los seres vivos podían nacer a partir de materia no viva.

Esta teoría solo fue revocada con los resultados obtenidos de los experimentos llevados a cabo por Louis Pasteur. Estimulado por un premio ofrecido por la Academia de Ciencias de Francia, Pasteur comenzó su investigación.

Inicialmente preparó un caldo nutritivo a base de carne y lo empacó dentro de frascos de vidrio. Posteriormente, calentó los cuellos de estos vasos al fuego y los curvó (cuello de cisne), evitando así el paso de partículas que pudieran estar en suspensión, pero sin interrumpir la entrada de aire. Pasteur luego puso a hervir el caldo nutritivo hasta esterilizarlo, es decir, sin microorganismos. Después de hervir, esperó a que el material se enfriara y dejó el experimento a temperatura ambiente.

Después de varios días, el investigador notó que no crecía nada en el caldo nutritivo, que permanecía estéril. Esto podría explicarse por el cuello del cisne, que impedía el paso de microorganismos, funcionando así como un filtro.

Pasteur decidió entonces romper los cuellos de botella para observar lo que sucedía. A los pocos días se pudo comprobar la presencia de diversos microorganismos en el caldo. Con esto, quedó claro que la contaminación se produjo por la presencia de estos seres en el aire, lo que anteriormente era impedido por la curvatura del cuello de cisne.

Después del experimento de Pasteur, realizado alrededor de 1860, la teoría de la abiogénesis fue finalmente refutada. A partir de entonces, quedó claro que todo ser vivo solo puede surgir a través de procesos de reproducción, así, un ser vivo solo nace de otro preexistente. Esta teoría se conoce como biogénesis.

Con sus resultados, Louis Pasteur destacó la importancia de prácticas higiénicas como: hervir o filtrar agua, lavar y almacenar adecuadamente los alimentos, evitando la contaminación por bacterias patógenas que pueden surgir de la falta de medidas.

Experimento de Pasteur en detalle

Para su experimento, Pasteur agregó un caldo nutritivo a un matraz de vidrio de cuello alargado. Luego calentó el cuello, convirtiéndolo en un tubo curvo (cuello de cisne). Después del modelado, se hirvió el caldo, sometiéndolo a una temperatura hasta esterilizarlo (ausencia de microorganismos), pero dejando que el caldo tuviera contacto con el aire.

Después de hervir, dejando reposar el globo durante mucho tiempo, notó que el líquido permanecía estéril. Esto fue posible debido a dos factores.

El primero se debió al impedimento físico, provocado por la sinuosidad del cuello. La segunda es causada por la adhesión de partículas de impurezas y microorganismos a las gotitas de agua que se forman en la superficie interna del cuello durante la condensación del vapor, emitido por calentamiento y enfriado cuando está en reposo.

Pasados unos días, al comprobar que no había contaminación, Pasteur rompió el cuello de botella, exponiendo el caldo inerte a los microorganismos en el aire, favoreciendo las condiciones adecuadas para la proliferación de gérmenes.

Por lo tanto, estaba claro que la vida no surgió de la materia inanimada y muerta, solo surgió de una vida biológica anterior. En el momento en que Pasteur rompió el cuello de botella, dejó el caldo expuesto a la acción de los microorganismos presentes en el aire que se reprodujeron en el caldo.

Este científico, además de contribuir al fin del error abiogenista, también desarrolló, a partir de la aplicación del calentamiento y enfriamiento simultáneos, la técnica de pasteurización muy utilizada para la conservación de alimentos.

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