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Movimiento de los seres vivos🕒 Tiempo estimado: 6 minutos de lectura

Los seres vivos se mueven de muchas maneras, desde caminar, correr, saltar, nadar, volar e incluso deslizarse por el suelo. Cada especie ha desarrollado diferentes formas de movimiento para adaptarse a su entorno y para encontrar comida y evitar ser comido. Todas ellas poseen habilidades únicas para moverse en su entorno.

Por ejemplo, los animales terrestres pueden moverse mediante la contracción y relajación de sus músculos, que les permite caminar, correr y saltar. Mientras tanto, los animales acuáticos usan aletas, tentáculos o contracciones musculares para moverse en el agua. ¡Incluso algunos animales pueden cambiar de color para camuflarse en su entorno!

Pero no solo los animales se mueven. Las plantas también tienen formas interesantes de movimiento. Aunque no se mueven de un lugar a otro, pueden inclinarse hacia la luz del sol y mover sus hojas y ramas para maximizar la absorción de nutrientes y la fotosíntesis.

Y para las criaturas más pequeñas, como bacterias y microorganismos, se mueven mediante el uso de flagelos o pseudópodos, que son como pequeños brazos o piernas que les permiten desplazarse hacia su comida.

Algunos animales son expertos en el movimiento: el guepardo es el animal terrestre más rápido del mundo, puede correr a más de 100 km/h. La serpiente puede desplazarse sin patas, ondulando su cuerpo de manera fluida. Y el murciélago es el único mamífero capaz de volar, gracias a sus alas formadas por piel y huesos delgados.

Los tipos de movimiento de los seres vivos responden a las diferentes necesidades y requerimientos que impone el entorno por lo que el lugar donde se desarrollan se hace fundamental para entender su motilidad.

Tipos de movimiento de los seres vivos

El movimiento (motilidad) en los seres vivos se define como la capacidad de un organismo para moverse libre y espontáneamente en el medio ambiente. Dependiendo de la escala evolutiva y requerimientos del animal analizado, el método de desplazamiento puede ser muy diferente.

En general, los seres vivos se acercan o se alejan de un estímulo, pero también existen movimientos aleatorios y métodos de locomoción que se encuentran entre los dos términos.

El movimiento, desde un punto de vista físico, se puede definir como el cambio de posición de un cuerpo a lo largo del tiempo en relación con un sistema de referencia. Casi todos los seres vivos se mueven de una forma u otra a lo largo de su vida, aunque no tengan mecanismos motores complejos como las extremidades de los vertebrados.

En general, podemos discernir aproximadamente tres tipos de movimiento en los organismos. Los tres tipos de movimiento en los seres vivos son taxis, kinesis y tropismo.

  1. Taxis

La taxis es como un instinto que hace que un ser vivo se mueva hacia o lejos de algo. Por ejemplo, si ves una deliciosa galleta, tu instinto te dice que vayas hacia ella. Pero si ves un animal grande y peligroso, tu instinto te dice que te alejes de él.

Taxis es una respuesta direccional de un ser vivo unicelular o multicelular como resultado de un estímulo externo. Puede ocurrir hacia la fuente (atracción) o alejándose de ella (repulsión). Por ejemplo, un animal se acerca a su fuente de alimento para alimentarse, pero huye de un potencial depredador, ya que este podría acabar con su vida.

Hay muchos tipos de taxis, tantos como estímulos ambientales generan una respuesta en los seres vivos. Entre ellos encontramos los siguientes:

Aerotaxis: el estímulo es la presencia de oxígeno. Por ejemplo, las bacterias aeróbicas se trasladan a lugares con mayor concentración de este elemento, ya que lo necesitan para vivir.

Electrotaxis: el estímulo es el campo magnético. Se estipula que, a partir de los cambios de electricidad, las células son capaces de orientarse hacia los lienzos y heridas, para repararlas más rápidamente.

Fototaxis: el estimulo es la luz. Muchos invertebrados tienen fototaxis negativa, es decir, huyen de las fuentes de luz y se refugian en ambientes húmedos y oscuros.

Quimiotaxis es estimulada por un gradiente de concentración química. Aunque a simple vista no lo parezca, las feromonas animales se basan completamente en este tipo de taxis.

Por ejemplo, las feromonas en los perros tienen distintas funciones: calmar a los cachorros, marcar territorio y atraer ejemplares del sexo opuesto. Gracias a estos compuestos químicos volátiles, los perros eligen si quieren moverse direccionalmente más cerca del estímulo o alejándose de él.

2. Kinesia

La kinesia es cuando un ser vivo se mueve más rápido o más lento en respuesta a un estímulo. Por ejemplo, si una mosca ve algo que le gusta, puede moverse más rápido hacia él. Pero si algo la asusta, puede moverse más lentamente para tratar de esconderse.

Kinesia es similar a Taxis porque, en ambos casos, el ser vivo responde a un estímulo externo. La principal diferencia entre ambos términos es la direccionalidad: en taxis el animal se acerca o se aleja de un lugar específico, mientras que en kinesia el movimiento no es direccional.

Por ejemplo, si se calienta un matraz de cultivo bacteriano, las bacterias pueden comenzar a moverse sin dirección en respuesta al calor. Cuanto más rápido se mueven, más muestra que están alcanzando su zona de confort. Si el movimiento es lento, probablemente estén en un rango tolerable.

Los estudios han demostrado fenómenos cinéticos en isópodos (quiero decir, los crustáceos). Estos invertebrados se sienten atraídos por los objetos sólidos (tigmocinesia) y los lugares oscuros (fotocinesia negativa). Por lo tanto, cuanto menos favorables son las condiciones ambientales, más se mueven sin dirección en el entorno.

3. Tropismo

Para ir acabando, tenemos el tropismo, propio de las plantas. el tropismo es cuando un ser vivo se mueve hacia o lejos de un estímulo específico, como la luz o la gravedad. Por ejemplo, las plantas crecen hacia la luz del sol, y algunas raíces crecen hacia la gravedad para buscar agua. El tropismo se diferencia de los taxis porque, a pesar de ser un movimiento direccional, los seres vivos que lo presentan no tienen mecanismos claros de motilidad como cilios, flagelos o extremidades. Este fenómeno se puede dividir en tres sencillos pasos:

  1. Sensación del estímulo, generalmente ligero.
  2. Transducción de señales a nivel metabólico por parte de la planta.
  3. Producción de crecimiento direccional hacia o desde el estímulo.

Por tanto, si alguna vez ves germinar una semilla y tuerce su tallo hacia la ventana, estás observando un claro fenómeno de tropismo. Aunque el fototropismo es el ejemplo más común en las plantas, existen muchas otras variantes.

Los tres tipos de movimiento en los seres vivos son diferentes entre sí, pero al mismo tiempo tienen un objetivo común: responder a los estímulos presentes en el medio. Gracias a estos mecanismos biológicos inherentes, los organismos pueden sobrevivir en el tiempo y eludir amenazas potenciales.

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