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🎒 Historia de Juana de Arco🕒 Tiempo estimado: 4 minutos de lectura

Historia de Juana de Arco

Juana de Arco nació en Domrémy, Francia, en 1412. Desde joven, aseguró haber tenido visiones divinas que la impulsaron a luchar por Francia en contra de Inglaterra.

Desde niña, afirmaba tener visiones de santos y ángeles, lo que la llevó a creer que tenía una misión divina. A la edad de 13 años, comenzó a escuchar voces que le ordenaban que liberara a Francia de los ingleses.

A los 17 años, vistiendo ropa de hombre y armadura, se presentó ante el delfín Carlos VII, convenciéndolo de que la ayudara a liberar Orléans del asedio inglés. Gracias a su liderazgo y valentía, la ciudad fue liberada en tan solo 9 días.

10 Curiosidades sobre Juana de Arco

Juana fue llevada ante la Inquisición, acusada de herejía y brujería, debido a sus visiones y a su papel en la guerra. A pesar de ello, su fe y convicción nunca flaquearon, y fue canonizada por la Iglesia Católica en 1920.

La espada que Juana utilizó en sus batallas fue encontrada en 2012, en un museo de Francia. Se cree que fue hecha en España, y que fue un regalo de los habitantes de la ciudad de Tours.

En una de sus batallas, Juana fue herida en el cuello y cayó al suelo. A pesar de esto, se levantó rápidamente y volvió a la lucha, lo que inspiró a sus soldados a seguir luchando con más fuerza.

Juana era analfabeta y no tenía una educación formal, pero se sabe que hablaba francés y algo de latín. Asimismo era una excelente estratega militar. A menudo, sus generales seguían sus consejos y planes de batalla. Además de liderar a las tropas francesas, Juana también se destacó por su habilidad para negociar con los líderes militares y políticos de su tiempo.

En uno de los momentos más emocionantes de su vida, Juana reconoció al rey Carlos VII, quien se había disfrazado para probar su fe. Después de este suceso, el rey se convenció aún más de que Juana era una enviada de Dios.

Juana fue traicionada por su propio rey, quien no hizo nada para rescatarla cuando fue capturada por los ingleses. Fue vendida a los ingleses por 10.000 libras.

La imagen que se tiene de Juana de Arco, con su armadura y su espada, ha sido un símbolo de libertad y de lucha contra la opresión. Su figura ha sido representada en películas, libros, cuadros y hasta videojuegos, y sigue inspirando a personas de todo el mundo. Juana vestía una armadura blanca y llevaba una bandera con el lema «Jesús, María». Esto le dio una apariencia imponente y le permitió ganar la confianza de sus tropas.

Juana lideró a las tropas francesas en varias victorias contra los ingleses. En la batalla de Patay, Juana lideró a las tropas francesas en una victoria decisiva sobre los ingleses en junio de 1429. Fue una de las batallas más importantes de la Guerra de los Cien Años y se dice que fue la primera victoria en campo abierto de los franceses en años.

Juana fue capturada por los burgundios en 1430 y entregada a los ingleses. Fue juzgada por herejía y brujería en un juicio que fue ampliamente criticado por ser injusto. Durante el juicio, Juana se mantuvo firme en su fe y se negó a renunciar a sus visiones y creencias. Fue declarada culpable y condenada a ser quemada en la hoguera.

Durante su juicio, se le preguntó si sabía si estaba en gracia de Dios. Juana respondió con certeza: «Si no lo estoy, que Dios me ponga en gracia. Si lo estoy, que Dios me mantenga en ella».

El final de la heroína llegaba. Juana fue quemada en la hoguera el 30 de mayo de 1431, en Rouen, Francia. Tenía sólo 19 años.

Después de su muerte, su nombre fue rehabilitado y fue considerada una heroína nacional por los franceses. En 1920, el Papa Benedicto XV la canonizó como santa de la Iglesia Católica.

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