🎒 Capítulos perdidos de la Biblia🕒 Tiempo estimado: 4 minutos de lectura
Fue hallado capítulo perdido de la Biblia que aporta nuevos detalles sobre los Evangelios. Fue encontrado oculto tras tres capas de un manuscrito, un capítulo perdido de un texto bíblico escrito hace más de 1500 años, hasta que ha sido descubierto por medio de la aplicación de luz ultravioleta a un manuscrito que contenía antiguas historias cristianas e himnos, cuyo resguardo se encuentra en la Biblioteca del Vaticano. Para sorpresa de los expertos, las páginas arrojan a la luz los capítulos 11 y 12 de Mateo, brindando una nueva perspectiva sobre los Evangelios.
Concretamente, se trata de un pequeño fragmento manuscrito de la traducción siríaca, escrito en el siglo III y copiado en el siglo VI. Cabe destacar que, en la Edad Media, era una práctica frecuente la reutilización de pergaminos antiguos debido a la escasez de este material. Afortunadamente, gracias a la luz ultravioleta, se ha vuelto posible para los científicos descubrir documentos secretos que permanecían ocultos tras reutilizaciones.
A pesar de que los pergaminos hayan sido borrados y reescritos varias veces, los escritos originales permanecerán siempre impresos en el papel. Ahora, con la ayuda de la tecnología, es posible revelarlos. Gracias a esto, el medievalista de la Academia de Ciencias de Austria (OeAW), Grigory Kessel, ha conseguido descifrar las palabras perdidas de este manuscrito en capas, un palimpsesto, y hacer que vuelvan a ser legibles mediante esta misma técnica.
En sus investigaciones, Kessel ha logrado descubrir una de las primeras traducciones de los Evangelios, hecha en el siglo III y copiada en el siglo VI, en las páginas supervivientes individuales de este manuscrito. «La tradición del cristianismo siríaco conoce varias traducciones del Antiguo y Nuevo Testamento», explica Kessel en su estudio publicado en la revista New Testament Studies. «Hasta hace poco, solo se conocían dos manuscritos que contenían la traducción siríaca antigua de los evangelios».
Los manuscritos a los que hace referencia Kessel se encuentran en la Biblioteca Británica de Londres y en el Monasterio de Santa Catalina en el Monte Sinaí, respectivamente. El hallazgo de este capítulo perdido de la Biblia, con la ayuda de la tecnología, nos enseña la importancia de preservar los textos antiguos y nos muestra la importancia que tiene la arqueología en la comprensión de la historia.
¿De qué hablan estos manuscritos?
El fragmento, que ha sido descrito como un palimpsesto, es decir, un texto que ha sido borrado y reescrito varias veces, contiene una de las primeras traducciones conocidas de los Evangelios, hecha en el siglo III.
Aunque el papel de pergamino utilizado en aquellos tiempos era escaso, era una práctica común reutilizar pergaminos antiguos, por lo que este fragmento fue reescrito en griego y, posteriormente, en georgiano. Gracias a la aplicación de luz ultravioleta, los expertos han podido recuperar el texto original en siríaco.
Este descubrimiento es de gran importancia, ya que ofrece una puerta de entrada única a la fase más temprana en la historia de la transmisión textual de los Evangelios, y proporciona nuevos detalles sobre la traducción siríaca antigua de los evangelios. De hecho, la traducción en siríaco es anterior a los manuscritos griegos más antiguos que se conocen hoy en día, como el Códice Sinaítico.
En cuanto a su contenido, estos manuscritos amplían los relatos de la curación de los ciegos y la expulsión de demonios por parte de Jesús, así como su enseñanza sobre el «signo de Jonás». También se incluyen detalles sobre la confrontación de Jesús con los fariseos y su crítica al templo de Jerusalén.
Para acabar con el tema abordado, la interacción entre las tecnologías digitales modernas y la investigación básica ha demostrado ser muy fructífera en el campo de los manuscritos medievales, tal como lo demuestra este importante hallazgo. Como ha señalado Claudia Rapp, directora del Instituto de Investigación Medieval de la OeAW, «este descubrimiento demuestra cuán productiva e importante puede ser la interacción entre las tecnologías digitales modernas y la investigación básica cuando se trata de manuscritos medievales».