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Misterios Marítimos y Naufragios Sin Explicación🕒 Tiempo estimado: 5 minutos de lectura

Misterios Marítimos

La historia marítima está llena de enigmas fascinantes relacionados con barcos desaparecidos y naufragios inexplicables. Desde la misteriosa desaparición de la expedición ártica de Franklin en 1845 hasta la trágica explosión del USS Maine en la Bahía de La Habana, estos enigmas marítimos se equiparan a los más grandes misterios de barcos fantasmas y a los naufragios más mortales de la historia.

Aquí presentamos 4 misterios marítimos perdurables:

La explosión del USS Maine

En 1898, el USS Maine de la Armada de los Estados Unidos explotó en la Bahía de La Habana, Cuba. Este acorazado, que había sido comisionado solo cuatro años antes, estaba anclado en el puerto de La Habana para proteger los intereses estadounidenses durante la Guerra de Independencia de Cuba, por recomendación del futuro presidente Theodore Roosevelt, entonces subsecretario de Marina.

La explosión y el posterior hundimiento del USS Maine el 15 de febrero causaron la muerte de 268 marineros. Se plantean preguntas sobre si fue un acto de guerra perpetrado por los españoles, quienes podrían haber estado celosos de las ambiciones estadounidenses en Cuba, que estaban fuera de su control. También se ha considerado si la explosión fue resultado de una combustión espontánea en los depósitos de carbón del barco. La incertidumbre al respecto llevó al presidente McKinley a declarar que Estados Unidos no tomaría represalias hasta que se conociera la verdad.

Theodore Roosevelt, por otro lado, acusó a los españoles de «sucia traición». Los periódicos estadounidenses también culparon a los españoles. Esta atmósfera tensa condujo al estallido de la Guerra Hispanoamericana en abril de ese mismo año, durante la cual Estados Unidos expandió su territorio en antiguas colonias del imperio español, desde Cuba hasta Filipinas.

La expedición fallida de Franklin

La desaparición de la última expedición ártica de Sir John Franklin en 1845 ha sido objeto de búsqueda durante más de 170 años. Los barcos de la expedición, el HMS Erebus y el HMS Terror, fueron vistos por última vez frente a la costa de Groenlandia por balleneros. Estos barcos estaban equipados con placas de hierro y máquinas de vapor para enfrentar las condiciones extremas mientras buscaban el Paso del Noroeste, una ruta comercial a lo largo de la costa norte de América del Norte.

Pasaron 14 años hasta que se encontraron los primeros rastros de Franklin, sus barcos y su tripulación de 128 personas. Pruebas físicas y testimonios de los inuit recopilados por el Dr. John Rae y Sir Francis Leopold McClintock apuntaban a un desastre, a pesar de que la expedición había sido bien equipada.

En la década de 1980, la investigación forense permitió identificar los cuerpos congelados de los miembros de la tripulación en la isla Beechey, y en la década de 1990, se confirmó la importancia del testimonio oral de los inuit. Sin embargo, los mayores hallazgos se realizaron en 2014 y 2017, cuando se ubicaron los barcos Erebus y Terror en el Ártico.

La investigación para reconstruir los movimientos de Franklin y su tripulación continúa, y la causa de su trágico destino aún es desconocida.

La desaparición del Sarah Joe

Entre las numerosas historias de barcos perdidos en el mar se encuentra el caso del Sarah Joe, una pequeña lancha a motor de cinco metros de eslora. El 11 de febrero de 1979, la embarcaron con provisiones para una excursión de pesca en Maui, Hawái. El dueño del barco, Robert Malaiakini, la nombró en honor a sus padres. Mientras Robert se quedó en tierra, su hermano gemelo Ralph y cuatro amigos zarparon hacia aguas aparentemente tranquilas.

Esa tarde, una tormenta violenta azotó el mar alrededor de Maui. Otros marineros informaron que sus barcos quedaron atrapados en olas gigantes. A las 5 en punto se reportó la desaparición del Sarah Joe y se alertó a la Guardia Costera. A pesar de una búsqueda exhaustiva junto a la comunidad local, el barco nunca fue encontrado.

Nueve años después y a 3.750 millas al oeste, en las Islas Marshall, se descubrió un barco registrado en Hawái. Mientras realizaban investigaciones marítimas en el atolón Taongi, uno de los buscadores originales, John Naughton, identificó el casco de fibra de vidrio como el del Sarah Joe. Cerca de allí, encontraron los restos de Scott Moorman, uno de los amigos de Malaiakini, enterrado en una tumba con una cruz hecha de madera flotante.

Aunque el descubrimiento no brindó un cierre a las familias de los desaparecidos, planteó nuevas preguntas sobre quién enterró a Moorman y qué ocurrió con los otros hombres.

La misteriosa desaparición del SS Waratah

En julio de 1909, el SS Waratah, un barco de pasajeros británico de 142 metros de longitud, realizaba su travesía entre las ciudades sudafricanas de Durban y Ciudad del Cabo, con 211 pasajeros y miembros de la tripulación a bordo.

Este imponente barco, construido en Glasgow un año antes, estaba destinado a operar entre Europa y Australia, pasando por la Colonia de Natal en Sudáfrica. Sorprendentemente, la desaparición y supuesto hundimiento del Waratah ocurrió en su segundo viaje.

Hasta la fecha, no se ha encontrado ningún rastro del barco, y persisten diversas teorías para explicar su enigmática desaparición. Algunas de estas teorías incluyen la posibilidad de una gigantesca ola, un cambio repentino en la carga dentro de la bodega del Waratah o incluso la presencia de un remolino excepcionalmente grande. Sin embargo, el destino final del SS Waratah sigue siendo un misterio sin resolver en la historia marítima.

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