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Habla y escritura🕒 Tiempo estimado: 2 minutos de lectura

En muchas disertaciones, es común el intento de acercar la escritura al habla, a pesar de que son dos elementos distintos utilizados como formas de expresión. Cuando el lenguaje oral se incorpora a la escritura, pueden surgir ideas confusas en el texto, falta de precisión, coloquialismos, jerga, expresiones genéricas y problemas de puntuación, entre otros.

Es importante diferenciar claramente el lenguaje oral del lenguaje escrito para utilizarlos de manera adecuada:

Habla: En el lenguaje oral, el emisor se vale del vocabulario para comunicarse, pero también puede utilizar otros recursos lingüísticos como la entonación de la voz, gestos, interacción con el entorno y diversas reacciones, especialmente faciales. En el habla, es común la repetición de ideas para reforzar el punto de vista ante el interlocutor. Además, no se presta una atención exhaustiva a la colocación precisa de acentos y comas, ya que la entonación cumple la función de transmitir el significado deseado.

Escritura: En el lenguaje escrito, el emisor se basa principalmente en el vocabulario para establecer la comunicación con el destinatario. A diferencia del habla, la escritura requiere una mayor atención, ya que la información transmitida no se borra con el tiempo, sino que puede permanecer fija durante un período indefinido. Ejemplos de esto son la carta de Pero Vaz de Caminha sobre el descubrimiento de Brasil, considerada un documento histórico, o la Biblia, que relata el principio y el fin de los tiempos.

Por lo tanto, es esencial distinguir entre estas dos formas de lenguaje: ¡el oral y el escrito! No deben fusionarse, a menos que sea una característica específica del personaje en una narración

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