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Día D🕒 Tiempo estimado: 5 minutos de lectura

El Día D, también conocido como la Operación Overlord, tuvo lugar el 6 de junio de 1944 y marcó el inicio del desembarco de las tropas aliadas en Normandía, en el norte de Francia. Esta operación es de suma importancia histórica, ya que inició la liberación de Francia del control nazi y estableció un frente de guerra en Occidente, lo que contribuyó significativamente al desgaste del ejército alemán durante la Segunda Guerra Mundial.

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Resumen Día D

Contexto del Día D en la guerra: En 1944, Alemania estaba enfrentando una situación delicada en la guerra. Las fuerzas alemanas habían sido contenidas por los soviéticos desde 1942, y la presión en el frente oriental era alta. Además, las derrotas en Stalingrado y Kursk habían debilitado significativamente al ejército alemán. La llegada de los aliados a Italia y el avance soviético en Europa del Este aumentaron la presión sobre Alemania. Por lo tanto, establecer un frente en el oeste sería desafiante para el ejército nazi.

Estrategias del Día D: El líder soviético, Stalin, había presionado a sus aliados, Estados Unidos y el Reino Unido, para que lanzaran una acción directa en Europa y aliviaran la presión sobre el frente oriental. La recuperación de Normandía en el norte de Francia se consideraba esencial. Los objetivos principales de los aliados eran liberar a Francia de la ocupación nazi y establecer un frente de batalla en el oeste para aumentar la presión sobre Alemania, que ya estaba siendo atacada desde el este y el sur.

A pesar de su importancia estratégica, la Operación Overlord generó preocupaciones y dudas entre algunos aliados, especialmente los británicos. Algunos se preguntaron si valía la pena arriesgar tantas vidas en una operación que podría fracasar. Además, algunos soldados que habían estado luchando en el frente del Mediterráneo estaban insatisfechos con la idea de una segunda convocatoria para el Día D.

A pesar de estas preocupaciones, la operación se llevó a cabo debido a la presión de Estados Unidos, que consideraba necesario lanzar una nueva ofensiva contra Alemania. Según el historiador Max Hastings, la operación se realizó en el momento adecuado, cuando los aliados estaban en su apogeo, mientras que el ejército alemán mostraba signos de debilidad.

Adolf Hitler y la Alemania nazi sabían que se avecinaba un ataque aliado en Normandía, pero no sabían cuándo ni dónde exactamente ocurriría. Hitler entendía la importancia de contener este ataque en Francia para garantizar refuerzos en el frente oriental contra la Unión Soviética. Sus esperanzas estaban puestas en el Muro del Atlántico, una línea defensiva creada por los alemanes en la costa atlántica ocupada. Sin embargo, algunos funcionarios alemanes tenían dudas sobre la capacidad de estas defensas para resistir un ataque aliado.

Día D:

La Operación Overlord involucró a 5,300 barcos que transportaron alrededor de 150,000 soldados y 1,500 tanques. También contó con el apoyo de 12,000 aviones, lo que fue crucial para su éxito. Además, varios paracaidistas fueron lanzados en diferentes puntos de Normandía como parte de la operación.

Los desembarcos de soldados aliados en Normandía comenzaron en la noche del 5 de junio, cuando paracaidistas fueron lanzados en la región de la península de Cotentin. Según el historiador Antony Beevor, esta operación de paracaidistas estuvo bastante desorganizada, ya que la mayoría de los soldados aterrizó en lugares incorrectos.

El 6 de junio, miles de soldados aliados comenzaron a desembarcar en cinco playas francesas, que recibieron los nombres de Omaha, Utah, Juno, Gold y Sword. Los combates variaron en cada una de estas ubicaciones, siendo especialmente feroces en algunos lugares, mientras que en otros la victoria aliada se logró con relativa facilidad, como en la playa de Utah.

Al final del día 6 de junio, las fuerzas aliadas habían desembarcado en todas las playas y habían establecido un perímetro de hasta 5 kilómetros tierra adentro. Esta conquista de las playas permitió a los aliados posicionar a 300,000 soldados adicionales en Normandía para el 7 de junio.

A pesar de la importancia estratégica de la operación, la victoria aliada en el Día D se logró con relativamente pocas bajas, alrededor de tres mil muertos. Esto es sorprendente si se considera la magnitud del desafío que enfrentaron. La falta de apoyo aéreo por parte de los alemanes en Normandía contribuyó a su derrota.

Sin embargo, las semanas siguientes a esta operación fueron difíciles para las tropas aliadas, ya que la reacción alemana fue intensa, lo que ralentizó el avance sobre Francia. Durante este período, los civiles también enfrentaron dificultades. Después del Día D, las fuerzas aliadas bajo el mando de Eisenhower continuaron avanzando hacia su destino final en la guerra: Berlín

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