Causas de la Segunda Guerra Mundial🕒 Tiempo estimado: 5 minutos de lectura
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Tras el fin de la Primera Guerra Mundial en 1918, las naciones derrotadas, como Alemania y Austria-Hungría, enfrentaron severas imposiciones fiscales, económicas y políticas impuestas por Francia e Inglaterra. En 1919, se firmó el Tratado de Versalles, que obligó a Alemania a aceptar duras condiciones, incluyendo altos pagos de compensación e impuestos a las naciones de la Triple Entente (Rusia, Francia, Inglaterra y Estados Unidos), la devolución de Alsacia y Lorena a Francia, la cesión del «corredor polaco» a Polonia y el apoyo financiero en la reconstrucción de las naciones europeas devastadas por la guerra.
Desde el principio, tanto los líderes como la población de Alemania y Austria-Hungría no estuvieron conformes con las imposiciones del Tratado de Versalles, al que denominaron el «Dictado» de Versalles. Muchos creían que ya se estaba gestando una nueva guerra mundial en 1919, dado el sentimiento de revanchismo que prevalecía en Europa.
Consecuencias de la Primera Guerra Mundial
Para aumentar la tensión en Europa en la década de 1920, la economía de Estados Unidos experimentaba un auge, con una gran producción de bienes y un alto nivel de consumo. Sin embargo, en 1929, la economía estadounidense sufrió un colapso importante conocido como el «Crash del 29». Las consecuencias fueron devastadoras, con millones de desempleados y quiebras de empresas. Esta crisis económica se propagó rápidamente a Europa y otros continentes.
Alemania, que había recibido inversiones significativas de Estados Unidos, se vio especialmente afectada cuando estas inversiones cesaron debido al colapso del mercado de valores. La situación empeoró drásticamente, con alrededor del 80% de la población alemana desempleada. En este contexto surgió el régimen nazi como respuesta al desempleo, el hambre y la necesidad de reestructurar la economía alemana.
Italia enfrentaba una situación similar, con descontento hacia Francia e Inglaterra por no permitir la anexión de las regiones disputadas con Austria. La crisis económica y la necesidad de recuperar sus economías llevaron al surgimiento del nazismo en Alemania y el fascismo en Italia, dos movimientos de extrema derecha que culminaron en la formación de estados totalitarios.
En la década de 1930, los regímenes nazifascistas comenzaron a reclamar los territorios perdidos según lo establecido por el Tratado de Versalles en 1919. Inicialmente, Inglaterra y Francia no tomaron medidas significativas para detener la expansión territorial de Alemania e Italia, lo que llevó a la formación del Eje entre estos dos países. El nazismo y el fascismo se basaron en el nacionalismo y en el fortalecimiento de las economías, ganando apoyo de la población y preparándose para la guerra que se avecinaba.
La Segunda Guerra Mundial, que tuvo lugar entre 1939 y 1945, fue uno de los conflictos más devastadores de la historia mundial. Su origen se encuentra en una serie de causas complejas que se habían estado gestando durante años antes de su estallido. A continuación, se analizan las principales causas que llevaron al inicio de la Segunda Guerra Mundial.
1. Tratado de Versalles y Reparaciones de la Primera Guerra Mundial
El Tratado de Versalles, que puso fin a la Primera Guerra Mundial en 1919, impuso duras condiciones a Alemania, incluyendo la aceptación de la responsabilidad por la guerra y el pago de reparaciones económicas masivas. Esta humillación y la difícil situación económica llevaron a un profundo resentimiento en Alemania, lo que allanó el camino para el ascenso del partido nazi y Adolf Hitler al poder.
2. Expansionismo y Ambiciones Territoriales
Varios líderes y países tenían ambiciones expansionistas que contribuyeron a la creciente tensión en Europa y Asia. Hitler buscaba expandir el Tercer Reich y anexar territorios, incluyendo la región de los Sudetes en Checoslovaquia. Japón tenía aspiraciones expansionistas en Asia, lo que eventualmente llevó a la invasión de China en 1937.
3. Política de Apaciguamiento
En un intento de evitar un conflicto a gran escala, las potencias occidentales, lideradas por Gran Bretaña y Francia, adoptaron una política de apaciguamiento hacia la Alemania nazi. Esta política involucraba concesiones y concesiones para evitar una confrontación directa. Sin embargo, esto solo alentó a Hitler a seguir adelante con sus ambiciones territoriales.
4. Violación de Tratados y Acuerdos Internacionales
El incumplimiento de tratados y acuerdos internacionales contribuyó a la creciente tensión. En 1935, Alemania anunció su rearme, violando el Tratado de Versalles. En 1936, la remilitarización de Renania y la Guerra Civil Española demostraron la falta de voluntad de las potencias occidentales para tomar medidas.
5. Agresiones Militares
La agresión militar directa de Alemania, Italia y Japón también desencadenó la Segunda Guerra Mundial. En 1938, Alemania anexó Austria en la Anschluss y exigió la región de los Sudetes de Checoslovaquia. En 1939, Hitler firmó un pacto de no agresión con la Unión Soviética, permitiendo que Alemania invadiera Polonia el 1 de septiembre de 1939, lo que llevó al inicio de la guerra.
6. Falta de Efectividad de la Sociedad de Naciones
La Sociedad de Naciones, una organización internacional creada después de la Primera Guerra Mundial para mantener la paz, demostró ser ineficaz en la prevención de conflictos. La falta de acción para contener la agresión nazi en la década de 1930 socavó la credibilidad de la organización.
Estas causas se combinaron para crear un contexto de creciente hostilidad y conflicto en Europa y Asia, culminando finalmente en el estallido de la Segunda Guerra Mundial en 1939. El conflicto se extendió por todo el mundo y tuvo un impacto devastador en millones de vidas y en la historia del siglo XX.