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Josef Stalin🕒 Tiempo estimado: 4 minutos de lectura

Josef Stalin, cuyo nombre original fue Iosif Dugachvili, emerge como una figura política revolucionaria y un dictador originario de Georgia, marcando su presencia en la Revolución Bolchevique de 1917 en Rusia, donde se unió a destacados líderes como Lenin, Trotsky y otros comunistas eslavos. Stalin también ostentó el récord de ser el líder supremo de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS) durante casi tres décadas, en las cuales participó activamente en la Segunda Guerra Mundial, que abarcó desde 1939 hasta 1945.

El acercamiento de Josef Stalin al comunismo se gestó desde temprana edad. En 1899, a la edad de 21 años, Stalin ingresó clandestinamente en su Georgia natal para aprender tácticas guerrilleras y otras estrategias revolucionarias de los socialdemócratas locales, incluyendo actividades como el asalto a bancos y oficinas de correos. Incluso antes de su inmersión en la clandestinidad y su adhesión al camino revolucionario, Stalin ya había tenido contacto con pensadores como Marx, Plejánov y Lenin.

Su asociación con los bolcheviques, específicamente el grupo liderado por Vladimir Lenin, se materializó a partir de 1905, cuando se encontró con ellos en un congreso celebrado en Finlandia. Durante ese mismo año, los miembros del Partido Bolchevique realizaron el primer intento de derrocar al Imperio Ruso e instaurar el proceso revolucionario, aunque este intento resultó en fracaso. Stalin aprovechó esta coyuntura para fortalecer sus lazos con otros miembros del partido.

Sin embargo, no todos los líderes bolcheviques veían con buenos ojos a Stalin; León Trotsky, quien posteriormente comandaría el Ejército Rojo, lo despreciaba por considerarlo un hombre rudo y sin educación. Esta divergencia de opiniones con Trotsky culminaría en el exilio de Trotsky de la URSS y su posterior asesinato en México en 1940.

Llegada de Stalin a Rusia

La llegada de Stalin a Rusia como residencia permanente se dio en 1912. En los años siguientes, se dedicó intensamente a la causa del partido, aunque en 1914, la Primera Guerra Mundial sacudió profundamente al Imperio Ruso, que abandonó la contienda en 1917, antes de su finalización, sumido en la ruina. Los bolcheviques aprovecharon esta situación para atraer a sus filas a soldados que retornaban del frente de batalla. La Revolución estalló en febrero de 1917 y culminó en octubre del mismo año.

A raíz de la Revolución, Lenin lideró el camino en los años posteriores, implementando el comunismo de guerra y la Nueva Política Económica. La consolidación de lo que se convertiría en la URSS se produjo en 1921. No obstante, la salud de Lenin comenzó a deteriorarse gravemente en 1922, llevándolo finalmente a su fallecimiento en 1924.

Con la muerte de Lenin, la contienda por el liderazgo de la URSS se tornó feroz, con numerosos opositores a que Stalin asumiera el puesto de Secretario General del Partido Bolchevique, incluso contrariando la voluntad previa de Lenin. No obstante, Stalin perseveró y, mediante conspiraciones, presiones y asesinatos, logró consolidar su poder absoluto.

A partir de 1928, Stalin ya gozaba de autonomía suficiente para impulsar políticas económicas y políticas autoritarias, ejerciendo un control férreo sobre la sociedad y eliminando a sus adversarios.

En la década de 1930, Stalin implementó la colectivización forzada de la agricultura en los países vinculados a la URSS, lo que implicó la expropiación de tierras y la gestión estatal de la producción agrícola. Esta medida enfrentó una feroz resistencia, especialmente en Ucrania, un país con históricos conflictos de soberanía y nacionalismo en relación con Rusia.

Para sofocar la resistencia ucraniana y dar un ejemplo a otros pueblos, Stalin estableció objetivos de suministro de cereales para los campesinos ucranianos que resultaban inalcanzables. Esto forzó a los campesinos a dejar de comer para cumplir con dichos objetivos, y aquellos que no lo lograban o eran sorprendidos ocultando alimentos enfrentaban penas que incluían trabajos forzados, deportación y ejecución. Millones de ucranianos murieron de hambre en el intento de alcanzar estas metas impuestas por Stalin,

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