Historia del peronismo americano🕒 Tiempo estimado: 6 minutos de lectura

El peronismo, conocido así por el periodo en el que Juan Domingo Perón fue presidente de Argentina, se desarrolló específicamente entre 1946 y 1955, y luego entre 1973 y 1974. Este texto se enfocará en el primer periodo del peronismo, de 1946 a 1955.
Juan Domingo Perón, líder del peronismo, es considerado un símbolo del populismo en América Latina. Su ascenso político en Argentina tuvo lugar en la primera mitad de la década de 1940, especialmente tras el golpe de estado del 4 de junio de 1943. Este golpe llevó al poder al Grupo de Oficiales Unidos (GOU), una facción de soldados ultraconservadores y católicos, muchos de los cuales simpatizaban con el nazifascismo.
Características del peronismo
El gobierno del GOU se caracterizó por su naturaleza autoritaria, antiliberal y mesiánica, enfocado en fundar un nuevo orden social y evitar el caos del comunismo, según el historiador Luis Alberto Romero. Durante este periodo, Juan Domingo Perón, que ocupó la Secretaría de Trabajo y Abastecimiento desde diciembre de 1943, fortaleció su relación con la clase trabajadora y los sindicatos argentinos.
Perón implementó beneficios para los trabajadores argentinos, como la expansión del sistema de pensiones, vacaciones pagadas, cobertura por accidentes laborales, ajuste de categorías profesionales y equilibrio en las relaciones entre empleadores y trabajadores.
Su creciente influencia lo llevó a ser vicepresidente de Argentina y a construir su proyecto político basado en el acercamiento a los trabajadores, el anticapitalismo, la defensa de la justicia social y ataques a la oligarquía y la elite económica. Esta postura generó una conspiración contra él, que resultó en su arresto el 8 de octubre de 1945. La reacción a su detención fue inmediata, con movilizaciones sindicales, especialmente de la Confederación General del Trabajo (CGT), que forzaron su liberación el 17 de octubre. Esto fortaleció su camino hacia la presidencia, ganando las elecciones de 1946.
Gobierno Peronista Perón gobernó Argentina en dos mandatos, de 1946 a 1955, hasta ser derrocado por un golpe militar. Su gobierno se caracterizó por la erosión de las ya frágiles estructuras democráticas, implementando un régimen populista y autoritario. Económicamente, se benefició de las altas reservas de divisas del país tras la Segunda Guerra Mundial y promovió la industrialización, enfrentando una crisis agrícola. Implementó una política de distribución de ingresos que aumentó el consumo pero también generó inflación. Nacionalizó los ferrocarriles y el Banco Central, y buscó una tercera vía en política exterior, intentando mantener relaciones neutrales tanto con Estados Unidos como con la Unión Soviética.
La era de Perón fue un periodo esencial en la historia argentina, marcando profundamente su política, economía y sociedad, y su legado todavía se palpa enla Argentina contemporánea.
Peronismo y trabajo
El peronismo, con Juan Domingo Perón como figura central, marcó un período importante en la historia argentina. Durante su gobierno, Perón buscó mantener un diálogo abierto con los sindicatos como forma de control y reducción de la acción combativa de los trabajadores. Eva Perón, su esposa, jugó un papel crucial en esta mediación desde 1947, liderando la Fundación Eva Perón que realizaba obras sociales significativas, financiadas con fondos públicos y privados.
En el ámbito político, Perón neutralizó a sus oponentes y consideró reestructurar las instituciones políticas del país, subordinando la Constitución a los intereses del Ejecutivo. El gobierno intervino en la Corte Suprema, puso fin a la autonomía universitaria, persiguió a opositores y reprimió a los medios de comunicación críticos. El Partido Peronista, creado por Perón, reflejó la ideología del gobierno, subordinándose completamente al presidente.
Durante su gobierno, Perón organizó grandes manifestaciones públicas, a menudo obligatorias, como muestra de la fuerza de su régimen. A pesar de sus ataques retóricos contra la «oligarquía», no eliminó los privilegios de la élite argentina. Su segundo mandato, asegurado por una victoria electoral en 1951, estuvo marcado por un aumento del autoritarismo y una radicalización de la oposición, culminando en un atentado fallido contra su vida en 1953 y ataques a lugares frecuentados por opositores.
La tensión entre la Iglesia Católica y el gobierno de Perón jugó un papel crucial en su caída. Un ataque militar fallido contra la Casa Rosada en junio de 1955 y un levantamiento en Córdoba en septiembre del mismo año llevaron a Perón a buscar refugio en la embajada de Paraguay, marcando el fin de su primer gobierno.
Peronismo y Fascismo
El peronismo ha sido objeto de debate en cuanto a su arraigo ideológico, con comparaciones con el fascismo. Aunque comparte algunas características con el fascismo, como el miedo al comunismo, la expansión de la propaganda gubernamental, el autoritarismo y el acercamiento a los sindicatos, el consenso entre los historiadores es que el peronismo no fue un fenómeno político fascista. A pesar de que Perón mostró cierta admiración por el régimen fascista, el peronismo como tal no puede considerarse fascista.
El peronismo representa un capítulo complejo y multifacético en la historia argentina, caracterizado por su enfoque en el trabajador, su estilo de liderazgo carismático y su impacto duradero en la política y sociedad argentinas.
Peronismo y getulismo
El régimen de Perón también es ampliamente comparado con el gobierno de Getúlio Vargas, presidente de Brasil entre 1930 y 1945 y entre 1951 y 1954. Hay muchas similitudes entre los dos regímenes, pero es importante enfatizar que son fenómenos políticos que surgieron como una resultado del contexto político de cada uno de los países involucrados. Los dos gobiernos, sin embargo, son vistos como gobiernos populistas.
Una aproximación entre los dos proyectos políticos la proporciona el historiador Boris Fausto quien dice que “ambos pretendían promover, a nivel político, reducir las rivalidades entre clases, llamando a las masas populares y a la burguesía nacional a la colaboración promovida por el Estado”|5| . Pese a esto, es importante resaltar que también existen muchas diferencias entre el peronismo y el getulismo.
El peronismo, sin embargo, fue ampliamente explorado aquí en Brasil como objeto de ataque de Getúlio Vargas, durante su segundo gobierno. Vargas fue atacado frecuentemente, entre 1951 y 1954, por querer, como Perón, establecer una “República sindicalista” en Brasil. A los ojos de la oposición de Vargas, el gobierno de Perón era un régimen comunista, pero el historiador argentino Luis Alberto Romero sostiene que la plataforma ideológica de Perón era conservadora.