Son Goku: Aprendiendo a valorar la comida🕒 Tiempo estimado: 3 minutos de lectura
Quiero compartir contigo algo muy especial más allá de los combates interplanetarios y las aventuras: ¡la comida! Sí, eso es, porque ya sabrás que soy un verdadero glotón y me encanta comer de todo como a vosotros humanos.
Desde aquel memorable momento en que devoré mi primer plato, la comida ha jugado un papel básico en mi vida. Más allá de su sabor, me ha enseñado valiosas lecciones. Por ejemplo, nunca subestimes el poder que reside en los más pequeños. No juzgues por las apariencias. Yo mismo, siendo apenas un niño, sorprendía a todos con mi voraz apetito con el parecía tener varios estómagos demostrando que el tamaño no define la capacidad de disfrutar y saborear los alimentos. Desde niño tuve un metabolismo muy especial.
La comida, para mí, siempre ha sido una prioridad, incluso en las situaciones más inusuales o difíciles. Primero la comida, luego todo lo demás. Recuerdo aquella vez cuando en presencia de la Princesa Serpiente me ofrecieron un festín de platos extraños con la esperanza de vencerme, pero mi estómago, entrenado en mil batallas, resistió sin problemas. Intentaron dormirme para evitar mi marcha con una gran cantidad de somnífero…pero fue inútil. Nada como un buen entrenamiento y buena forma física para enfrentarse a cualquier menú.
Además, he aprendido que cada bocado cuenta. No importa si estás frente a un banquete o los suministros de la princesa serpiente, el disfrute está en saborear hasta el último grano de arroz. Y siempre, sin importar la compañía, es el momento perfecto para deleitarse con un manjar. ¿Quién dice que no puedes comer con gusto en presencia de Kaiōsama o cualquier otro?
Y, ¿quién no ha sentido aquella llamada nocturna del refrigerador? Nunca te sientas culpable por ello; la noche es un momento tan bueno como cualquier otro para saciar un antojo. Eso sí, aunque disfruto de la comida sin límites, también comprendo la importancia de alimentarme sanamente. El equilibrio es clave.
Siempre me aseguro de estar bien alimentado antes de cualquier combate. Un buen plato no solo me brinda energía sino también la fuerza para salir victorioso. Y hablando de compartir, la comida tiene el mágico poder de unir a las personas. No importa las diferencias, un buen plato siempre encuentra la manera de acercarnos, como ha sucedido entre mi rudo compadre Vegeta y yo.
Hay alimentos que sorprendentemente nos mantienen fuertes. Incluso las alubias mágicas, pese a su tamaño, me han ayudado a recomponerme en tiempos de mayor debilidad.
Sin embargo, en el mundo de la gastronomía también hay manzanas podridas. He aprendido, de la manera más dura, que el postre puede ser tu peor enemigo, especialmente si se trata de tus amigos transformados en dulce por Majin Boo.
Además, compartir estas experiencias culinarias con mi hijo Gohan me ha enseñado la importancia de transmitir estos hábitos, asegurándome de que comamos juntos, como iguales aunque su estómago no esté tan curtido como el mío. Te animo a suscribirte a la academia para más lecciones.